Libro: El Matrimonio Perfecto.- Autor: V.M. Samael.- Capítulo: Las Siete Iglesias
… Llámase seudo-clarividencia la percepción imaginaria, la fantasía,
las alucinaciones evocadas artificialmente, los sueños absurdos, las visiones
astrales que no coinciden con los hechos concretos, la lectura de pensamientos
propios proyectados inconscientemente en la Luz Astral, la creación
inconsciente de visiones astrales interpretadas luego como auténticas
realidades, etc., etc.
Entra también en el terreno de la seudo-clarividencia, el misticismo
subjetivo, el falso misticismo, los estados seudo-místicos que no tienen
ninguna relación con el sentimiento intenso y claro, sino que se acercan a la
historia y a la seudo-magia, en otras palabras, falsas proyecciones religiosas
proyectadas inconscientemente en la Luz Astral y en general todo aquello que en
la literatura ortodoxa recibe el nombre de “belleza” (seducción). …
Libro: Si Hay Infierno, Si Hay Diablo, Si Hay
Karma.- Autor: V.M. Samael.-
Capítulo: La Experiencia Directa
Maestro, ¿podría explicarnos cuál es la diferencia entre lo que son
las Proyecciones de la Mente y las Experiencias Reales?
Con el mayor placer voy a dar respuesta a esta nueva pregunta del
auditorio... Séame permitido informarles a ustedes, señores y señoras, que las
Proyecciones Mentales son de carácter completamente subjetivo, muy diferentes,
por cierto, a las Experiencias Reales que son de tipo objetivo.
En el primer caso, la mente proyecta lo que ha elaborado
subconscientemente, e identificada con tales proyecciones, cae en la
fascinación y en los sueños propios de la Inconsciencia.
En el segundo caso, la mente ha agotado el proceso del pensar, no
proyecta, está abierta a lo nuevo, recibe sin identificación y en ausencia de
toda fascinación y de todo proceso ensoñativo.
Voy a ilustrar esta respuesta con un relato de tipo suprasensible:
Hallándome fuera de mi Cuerpo Físico, en instantes en que éste dormía
profundamente entre el lecho, invoqué a cierto desencarnado que en vida fuera
un miembro de familia, por cierto, cercano.
El difunto se presentó ataviado con cierto traje gris que en vida llevara;
venía riéndose solo, parecía verdaderamente un sonámbulo, platicaba tonterías
(algo que había escuchado de alguien)... Inútiles fueron mis intentos para que
me reconociese: El infeliz dormía profundamente... Ciertamente no me veía; en
el fondo, verdaderamente, percibía exclusivamente sus propias formas mentales,
y reía como un loco de atar, como un idiota.
He aquí dos aspectos que vienen a aclarar pues, la pregunta en
cuestión. El difunto aquel proyectaba sus propias Formas Mentales, soñaba con ellas,
se hallaba absolutamente fascinado con ellas y ni siquiera me percibía.
En el segundo caso, yo estaba completamente consciente, despierto,
sabía que mi Cuerpo Físico había quedado dormido entre el lecho, no proyectaba,
había agotado el proceso del pensar, me abría a lo nuevo, recibía al
desencarnado, le investigaba, me daba cuenta del estado deplorable en que se
encontraba...
Con tal relato he ilustrado pues, la pregunta que ha salido del
auditorio.
Libro: Ciencia Gnóstica.- Autor: V.M. Rabolú.- Capítulo: Ciencia Gnóstica/5
Usted le hizo (internamente) un examen a la Comunidad Gnóstica. ¿Qué
opinión le mereció ese hecho a la V.M. Litelantes?
Bueno, voy a contarles un poco de detalles para que todos se formen
una idea consciente del Trabajo que estoy
llevando a cabo.
Resulta que ahora,
después del Tercer
Congreso Internacional, estaba dando una Enseñanza a una multitud de
personas en un templo. Empecé a flotar y a indicarles a todos que flotaran,
porque estábamos en Astral y podíamos Despertar Conciencia. Nadie me hizo caso,
nadie flotaba, nadie Despertaba Conciencia.
Entonces vi un agujero en el techo, muy diminuto; dije entonces: voy
a probarles a ustedes que
estamos en Astral. ¿Ven ustedes ese agujero? Pregunté, (todos
respondieron que sí). Verán, continué diciendo, que mi Cuerpo Astral no se
altera, ni ese agujero tampoco se altera. Me verán ustedes salir por ese
agujero (lo hice como una demostración para que ellos despertaran). Luego
regresé por el mismo agujero y les dije: miren mi Cuerpo Astral, está
completamente bien. ¿Qué alteración ha sufrido? ¡Ninguna! y miren el agujero,
que también quedó completamente igual. Entonces ¿porqué ustedes no hacen lo
mismo? ¿Porqué no saltan?
Yo saltaba y flotaba por todo el salón, por sobre la cabeza de todos
los presentes ¡y nada!, nadie hacía nada... Entonces me puse a examinar uno por
uno haciéndoles la siguiente pregunta: ¿Usted ha hecho prácticas para salir en
Astral? Me respondían que sí. Y ¿qué resultados han obtenido? Ninguno me contestaba.
Entonces tomé la mano a uno de ellos, a la vez que le decía: ¡estamos en
Astral! ¿Porqué no
flota? Igual resultado,
¡no flotaba! En
definitiva, no hubo
ni uno que respondiera a mis órdenes, ninguno flotaba…
Libro: Orientando al Discípulo.- Autor: V.M. Rabolú.- Capítulo: El Estudiante
¿Porque en el Astral la Conciencia
está más dormida que en el físico?
Bueno es la Misma, La conciencia en el astral es la misma que en físico, el que esta dormido aquí
esta exactamente igual;
lo que pasa es que uno no se da cuenta que esta dormido aquí, y se las da de “despierto”.
Libro: El Misterio del Aureo Florecer.- Autor:
V.M. Samael.- Capítulo: La Perla Seminal
Centros egoicos de la subconsciencia animalesca que en las
relaciones de intercambio siguen a determinados grupos mentales, pueden
provocar mediante asociaciones y reflejos fantásticos algo así como “espíritus”
que casi invariablemente son solo formas ilusorias, personificaciones del
propio Yo Pluralizado.
No es pues extraño que cualquier agregado psíquico asuma una forma
Jesu-cristiana para dictar falsos oráculos...
Cualquiera de esas tantas entidades que en su conjunto constituyen
eso que se llama Ego, puede si así lo quiere tomar forma de Mahatma o Gurú y
entonces el soñador al volver al estado de vigilia dirá de sí mismo: “estoy
auto-realizado, soy un maestro”.
Débase observar al respecto que de todos modos en el subconsciente
de toda persona se halla latente la tendencia a la toma de partido, a la
personificación.
Este es pues el clásico motivo por el cual muchos gurujis asiáticos
antes de iniciar a sus discípulos en el magismo trascendental, les previenen
contra todas las formas posibles de auto-engaño.
Libro: Psicología Revolucionaria.- Autor: V.M. Samael.- Capítulo: Observador y Observado
Es óbice, obstáculo, tropiezo, para el trabajo de Auto-Observación
Intima, los siguientes defectos Psicológicos: Mitomanía. (Delirio de Grandeza,
creerse un Dios). Egolatría. (Creencia en un YO Permanente; adoración a
cualquier especie de Alter-Ego). Paranoia. (Sabiondez, Auto-suficiencia,
engreimiento, creerse infalible, orgullo místico, persona que no sabe ver el
punto de vista ajeno).
Cuando se continúa con la convicción absurda que se es Uno, que se
posee un Yo permanente, resulta algo más que imposible el trabajo serio sobre
si mismo.
Quien siempre se cree Uno, nunca será capaz de separarse de sus
propios elementos indeseables. Considerará a cada pensamiento, sentimiento,
deseo, emoción, pasión , afecto, etc.,etc., como funcionalismos diferentes,
inmodificables, de su propia naturaleza y hasta se justificará ante los demás
diciendo que tales o cuales defectos personales son de carácter hereditario...
… Ahora bien, nadie puede empezar a cambiar radicalmente en tanto no
sea capaz de decir: "Este deseo es un Yo animal que debo eliminar";
"este pensamiento egoísta es otro Yo que me atormenta y que necesito
desintegrar"; " este sentimiento que hiere mi corazón es un Yo
intruso que necesito reducir a polvareda cósmica"; etc., etc., etc.
Naturalmente esto es imposible para quien nunca se ha dividido entre
Observador y Observado.
Quien toma todos sus procesos Psicológicos como funcionalismos de un
Yo Único, Individual y permanente se encuentra tan identificado con todos sus
errores, los tiene tan unidos a si mismo, que ha perdido por tal motivo la
capacidad para separarlos de su Psiquis.
Obviamente personas así jamás pueden cambiar radicalmente, son
gentes condenadas al más rotundo fracaso.
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