Los estudiantes antiguos del Movimiento nos acostumbramos a “practicar”, un tiempo de duración de media hora a una hora, cuando ibamos a las reuniones del grupo unas tres veces por semana. Los más disciplinados dedicaron ese mismo tiempo en su casa algunos días a la semana, sabiendo muy bien que con esa flojera no íbamos para ningún lado. Después de 20, 30 o 40 años en la enseñanza los hechos vinieron a demostrarnos de manera contundente dicha realidad; nadie despierto y tal ves solo con alguna que otra “experiencia” en astral.
Cumplir un horario de grupo y marchar de acuerdo con Estatutos y Reglamentos solo sirve como kínder informativo, es solo para comenzar, jamás se calificaría así como estudiante serio de alguna escuela esotérica.
El conocimiento esotérico es auto revelación producto de la disciplina esotérica, que exige trabajo las 24 horas, contínuo de día y de noche, la Logia Blanca lo da a cambio de sacrificios conscientes y padecimientos voluntarios, una vez que uno alcanza a calificar para que le den una gotita, se lo entregan como premio por ese esfuerzo y así va de pasito en pasito.
La Concentración es el lápiz con el que firma su matrícula en el kinder del esoterismo. Facultad indispensable si queremos empezar a comportarnos como aspirantes serios a estudiantes gnósticos, sin la Concentración fracasa cualquier practica porque se mecaniza.
La autodisciplina que nos debemos imponer ya de una vez para empezar y lograr la Concentración, es la de estar siempre en lo que se está, durante todo el estado de vigilia, no se debe permitir a ninguna hora del día o de la noche que la mente esté volando, pensando en recuerdos, en planes o en preocupaciones.
Por la noche antes de dormir o en la madrugada debemos entregarnos a la practica de la Concentración, preferiblemente en el corazón, dedicar el tiempo que podamos a esta practica, que combinado con la disciplina durante todo el día de actividad, desarrollará indudablemente esta facultad, lo que nos capacitará para el resto del trabajo que tenemos que hacer sobre sí mismos.
VM Rabolú/Ciencia Gnóstica/Ciencia Gnóstica 7: … “Espero que quienes lean este libro, tengan muy en cuenta que cada uno debe implantarse la disciplina, no esperar que alguien se la implante a uno. Un soldado indisciplinado no sirve para el campo de batalla, ¡¡el indisciplinado no sirve para nada!!”.
VM Rabolú/Mensaje de Navidad 1986/87/Epílogo: "Imponerse una disciplina diaria, uno mismo, no hay necesidad de decírselo a nadie para que cada uno vaya corrigiéndose en silencio, para ir mejorando. Uno se ha enviciado a que le tienen que imponer reglamentos a cumplir. Un reglamento para mí sobra, ¿para qué? Si nosotros estuviéramos trabajando cada uno dentro de sí mismo quitándose todo lo que le perjudica, eso es lo que yo he querido. Que hagan conciencia los estudiantes que cada uno empiece a trabajar dentro de su propio laboratorio e ir brillando el latón para que la luz brille."
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