Pasearse por los sagrados pasillos de los templos de la Logia Blanca, asistir a sus sublimes ceremonias litúrgicas, recibir instrucción directa de los venerables maestros de la blanca hermandad, con el noble propósito de ayudar a la humanidad y a nosotros mismos, son los sinceros anhelos de los aspirantes gnósticos, pero un absurdo para quien no ha puesto bases en el mundo físico para despertar conciencia.
Centro de Estudios del Movimiento Gnostico Cristiano Universal en el Nuevo Orden